El MALBA vuelve a los orígenes

Por: redacción

Las sociedades evolucionan y con ello lo hacen los museos. Cada vez más vemos como las principales ferias de arte vuelcan sus discursos hacia las propuestas de artistas que ponen sobre la mesa una conversación única desde una perspectiva no occidentalizada, sin “americanismos” y sin intenciones de adaptarse a la narrativa dominante del arte euro centrista. Con ello, la cadena de valor que parte del artista y va desde el coleccionista, marchante y las galerías, culmina en articular y poner en evidencia, la necesidad de los museos de poseer entre sus colecciones aquellas obras que por su valor y relación intrínseca con los pueblos originarios de este continente, reflejen la cada vez más importante obra de los artistas indígenas que han abierto una cosmovisión única al arte contemporáneo.

El pasado diciembre 2023, el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires anunció la adquisición de tres obras de tres artistas indígenas: Jaider Esbell (nacido en Terra Indígena Raposa Serra do Sol, Brasil), la artista limeña Venuca Evanán y del artista maya-tz’utujil (Guatemala) Antonio Pichillá.

En este contexto, las palabras de María Amalia García, Curadora en Jefe de Malba resuenan: "Es una gran alegría que en este año Malba haya decidido la adquisición de tres piezas de arte indígena. En los últimos cinco años, se produjo una necesaria apertura del circuito contemporáneo que implicó, entre otras cuestiones, el ingreso de estas manifestaciones. Esta transformación involucra un cambio radical en la apreciación de la producción cultural de estas comunidades: su inscripción ya no está dada por la histórica representación que realiza el arte occidental de las poblaciones nativas, sino que son los propios artistas indígenas quienes presentan sus cosmovisiones a partir de producciones que articulan tradiciones ancestrales y lenguajes contemporáneos. En la actualidad, el abordaje del arte indígena sobre las relaciones entre naturaleza y acción humana adquieren una relevancia inusitada a la hora de reflexionar sobre nuestros modos de habitar el mundo.”

Los artistas

Foto vía MALBA Instagram

Jaider Esbell (Normandia, Roraima, Brasil, 1979 – San Pablo, Brasil, 2021) fue un artista, escritor y gestor indígena que se encuentra entre las figuras centrales del movimiento de consolidación del arte indígena contemporáneo en Brasil. La pintura de gran tamaño Sin título (2021) cuestiona la comprensión occidental de la relación hombre-naturaleza como una dominación antropocéntrica, a favor de una visión del mundo que prioriza una relación recíproca humanos-no humanos. Andrea Giunta resalta “la relevancia internacional que tiene en este momento su obra.”

Foto vía MALBA Instagram

Mi familia (2023) de la artista, ilustradora y activista Venuca Evanán (Lima, Perú, 1987) es un exponente de las tablas de Sarhua, una forma emblemática del arte ayacuchano en donde Venuca visibilizó un terreno fértil para contar historias de liberación femenina. Las tablas cuentan historias que se leen de abajo para arriba y componen una suerte de memoria colectiva. El trabajo de Venuca honra su tradición Sarhua, habla de la migración, la injusticia social, y están energizadas por una subjetividad femenina que no teme investigar sus propios traumas, deseos y aspiraciones.

Foto vía MALBA Instagram

Abuelo (2014) del artista Antonio Pichillá (San Pedro La Laguna, Guatemala, 1982) es un textil artesanal cuya técnica fue aprendida de sus abuelas para asegurar la continuidad de la vida y preservación de la tradición maya. El artista aborda aspectos inherentes a la cosmovisión de su pueblo y la importancia de lo ancestral, como la correspondencia orgánica y unitaria con el universo natural, concepciones no binarias de la realidad y el sincretismo que caracteriza la vida en muchas comunidades mayas hoy en día.

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